PRÁCTICAS DEL LENGUAJE 17/4/2020

BUENOS DÍAS SEGUNDITO!!!1

LES DEJO LA ACTIVIDAD DEL DÍA 17 DE ABRIL.

PRACTICAMOS LECTURA

LEE EL CUENTO DOS VECES EN VOZ ALTA, QUE UN ADULTO TE ESCUCHE.

ÉSTA ACTIVIDAD ES DE PRÁCTICA DE LECTURA. UNA VEZ QUE TE SIENTAS SEGURO/A QUE MAMÁ O PAPÁ TE GRABE O FILME LEYENDO UNA PARTE DEL CUENTO, LA QUE MAS TE GUSTO . NO MÁS DE 2 MINUTOS Y ME LO ENVÍAN AL MAIL DE SEGUNDO.

NO HACE FALTA HACER FOTOCOPIA DEL CUENTO, LEEN DE LA COMPU O COPIAN LA PARTE QUE VAN A LEER. 

EL MONSTRUO RIDÍCULO

  ESA NOCHE, POLIKARPIO ESTABA DECIDIDO A SALIR A DAR UNA VUELTA POR FLORES. QUERÍA ESTRENAR LOS ZAPATOS QUE LE HABÍAN REGALADO PARA SU CUMPLEAÑOS Y DAR UNOS BUENOS SUSTOS A LOS VECINOS DE SU BARRIO. ESTRENAR ZAPATOS ERA EMOCIONANTE, PERO MÁS EMOCIONANTE TODAVÍA ERA ESTRENAR SUS DOCE AÑOS, EDAD EN QUE LOS MONSTRUOS COMO POLIKARPIO EMPIEZAN A SALIR A ASUSTAR SOLOS.

  ASÍ QUE SE MIRÓ AL ESPEJO PARA VER SI ESTABA BIEN FEO, SE DESPEINÓ UN POCO Y BUSCÓ SU SAQUITO MÁS HORRIBLE (UNA COSA ES SER MONSTRUO Y OTRA ES PASAR FRÍO Y ANDAR CON LOS MOCOS CONGELADOS; “ESO ES UN ASCO”, DECÍA SIEMPRE SU ABUELA ÑUNKE).

   LA COSA ES QUE POLIKARPIO HABÍA QUEDADO EN ENCONTRARSE CON UN PAR DE MONSTRUOS AMIGOS EN LA ESQUINA DE YERBAL Y BOLIVIA. COMO SE LE ESTABA HACIENDO TARDE, SALIÓ DE SU CASA TAN APURADO QUE CERRÓ LA PUERTA Y DESPUÉS SE DIO CUENTA DE QUE NI SIQUIERA HABÍA HECHO PIS ANTES DE SALIR.

   -NO IMPORTA- DIJO-, CUALQUIER COSA HAGO POR AHÍ.

   CAMINABA A PASO RÁPIDO, PENSANDO ESPANTOSOS PLANES PARA ASUSTAR A ALGÚN VECINO DISTRAÍDO. LA CALLE ESTABA DESIERTA, LO ÚNICO QUE SE ESCUCHABA ERA EL RUIDO DE SUS PASOS. ERA UNA NOCHE TAN OSCURA QUE NI SIQUIERA PODÍA VER DÓNDE ESTABA PISANDO. LA OSCURIDAD LE GUSTABA, ¡POR SUPUESTO!; PERO TANTA, TANTA OSCURIDAD, TAN NEGRA Y TODA JUNTA EN SU PRIMERA NOCHE, LO PONÍA UN POQUITO NERVIOSO. Y LOS NERVIOS LE DABAN GANAS DE HACER EL PIS QUE NO HABÍA HECHO ANTES DE SALIR.

   -¡JUSTO HOY SE ME OCURRE ESTRENAR ZAPATOS NUEVOS!- SE LAMENTÓ POLIKARPIO.

   TUVO LA SENSACIÓN DE QUE ESA NO IBA A SER UNA BUENA NOCHE PARA ÉL.

   CUANDO LE FALTABA UNA CUADRA PARA LLEGAR A LA ESQUINA DEL ENCUENTRO, POLIKARPIO MIRÓ HACÍA ARRIBA Y VIO QUE, EN MEDIO DE TODA LA NEGRURA  DE LA NOCHE, BRILLABA UNA LUZ AMARILLA. UNA LUZ QUE ALUMBRABA DANZANDO Y PROYECTANDO SOMBRAS LOCAS EN UNA CORTINA. SALÍA DE LA VENTANA MÁS ALTA DE UN EDIFICIO ENORME.

   -¡QUE LUZ RARA! –DIJO.
   Y COMO ERA UN MONSTRUO MUY CURIOSO, DECIDIÓ LLEGAR MÁS TARDE A SU CITA Y SUBIR A INVESTIGAR.

   -DE PASO, APROVECHO Y ASUSTO AL QUE VIVE ALLÍ. ¡JE, JE! –RÍO POLIKARPIO CON LA RISITA TONTA CON LA QUE RÍEN LOS MONSTRUOS CUANDO TIENEN UNA OCURRENCIA QUE LES RESULTA BRILLANTE.

   LA CALLE SEGUÍA OSCURA Y EL MONSTRUITO DEL BARRIO DE FLORES APROVECHÓ PARA DESLIZARSE POR LA PUERTA DE ENTRADA DE EDIFICIO, JUSTO CUANDO EL PORTERO SACABA LAS BOLSAS DE BASURA.

   EL ASCENSOR TARDABA DEMASIADO, ASÍ QUE, EN MEDIO DE LA OSCURIDAD, POLIKARPIO EMPENZO A SUBIR POR LAS ESCALERAS. SUBÍA ADIVINANDO LOS ESCALONES Y TRATANDO DE LLEVAR LA CUENTA DEL PISO POR EL QUE IBA. AL PRINCIPIO, TROTABA A BUEN  RITMO, PERO AL LLEGAR AL PISO OCHO  FRENÓ LOS SALTITOS; Y CUANDO LLEGÓ AL DOCE, AMINORÓ UN POCO LA MARCHA.
   A ESA ALTURA, LOS ZAPATOS NUEVOS ESTABAN EXPRIMIENDO LOS TRES DEDITOS GORDOS DE LOS PIES DEL POBRE POLIKARPIO. CUANDO CREÍA HABER LLEGADO AL PISO VEINTIUNO, YA RESPIRABA CON SU LENGUA VERDE AFUERA.
   INTENTÓ SACARSE LOS ZAPATOS, PERO TENÍA LOS PIES TAN HINCHADOS QUE FUE IMPOSIBLE. ESTABA CANSADÍSIMO, CON DOLOR DE PIES, GANAS DE IR AL BAÑO, SED Y TOTALMENTE ARREPENTDO DE HABER EMPEZADO A SUBIR ESAS INTERMINABLES ESCALERAS, POR UNA TONTA Y LOCA LUZ QUE DESPERTÓ SU TONTA Y LOCA CURIOSIDAD. “¿POR QUÉ NO SEGUÍ MI CAMINO? ¿POR QUÉ ME ESTRENÉ LOS ZAPATOS? ¿POR QUÉ NO HICE PIS?”, SE PREGUNTABA POLIKARPIO, MIENTRAS SEGUÍA SUBIENDO (YA ARRASTRÁNDOSE) POR EL PISO TREINTINOSECUÁNTO DE SU CUENTA

PERDIDA.
   -¡BASTA, NO DOY MÁS! SI EN EL PRÓXIMO PISO NO VEO NADA, ¡ME VUELVO A CASA CON MI MAMÁ!
   ESCALÓ LOS ÚLTIMOS ESCALONES Y… NADA. SILENCIO, OSCURIDAD Y NADA MÁS.

   POLIKARPIO SE AFLOJÓ EL CINTURÓN, PORQUE YA SE ESTABA HACIENDO ENCIMA. DIO MEDIA VUELTA PARA EMPRENDER EL VIAJE HACIA ABAJO, Y NOTÓ QUE UNA LUCECITA CHIQUITISIMA SE ENCENDÍA Y SE APAGABA EN EL FONDO DEL PASILLO.
   CAMINÓ HACIA ALLÍ, HASTA QUE CHOCÓ CONTRA UNA PUERTA. SE DIO CUENTA DE QUE LA LUZ ERA ASÍ CHIQUITA PORQUE SALÍA DE UNA CERRADURA.
   ESPIÓ Y COMPROBÓ QUE ERA LA MISMA LUZ QUE HABÍA VISTO DESDE ABAJO: LOCA Y SOSPECHOSA

-¡¡¡BIEN!!! ¡¡VOLVIÓ LA LUZ!! ¡¡VOLVIÓ LA LUZ!! –GRITABA UN CORO DE CHICOS.

   POLIKARPIO SEGUÍA ALLÍ, EN EL PASILLO, DÁNDOSE CUENTA DE QUE LO QUE LE IMPEDÍA CAMINAR ERAN SUS PROPIOS PANTALONES ATORADOS EN LAS RODILLAS; DE QUE TENÍA LOS CALZONCILLOS AMARILLOS AL AIRE Y DE QUE HABÍA UN VERGONZOSO CHARQUITO DEBAJO DE SUS ZAPATOS NUEVOS.
   INVENTÓ ESCAPAR RÁPIDAMENTE, PERO LOS SALTITOS QUE DABA SOLO LE PERMITÍAN MANTENERSE EN EL MISMO LUGAR. LAS VOCES SE ACERCABAN. QUERÍA QUE LO TRAGASE LA TIERRA… PERO NO. APARECIERON FRENTE A ÉL LOS DUEÑOS DE CASA: CINCO CHICOS QUE LO MIRARON Y, EN LUGAR DE ASUSTARSE POR ENCONTRAR UN MONSTRUO EN EL LIVING, SE REVOLCARON EN EL PISO DE LA RISA.
   -¡¡QUÉ MONSTRUO RIDÍCULO!! –DECÍAN ENTRE CARCAJADAS.
   -¡SE HIZO PIS ENCIMA!- GRITABA EL MÁS CHICO, SEÑALANDO EL CHARQUITO. POLIKARPIO, VERDE DE LA VERGÜENZA, INTENTABA SUBIRSE LOS PANTALONES Y DESCUBRÍA QUE LA LUZ MISTERIOSA ERA UNA SIMPLE VELA QUE ILUMINABA LA CASA DURANTE EL APAGÓN.
   CUANDO LOS CHICOS SE CALMARON DEL ATAQUE DE RISA, ACOMPAÑARON A POLIKARPIO AL BAÑO. EL MAYOR LE PRESTÓ UN PAR DE CALZONCILLOS Y EL MONSTRUO LE PROMETIÓ DEVOLVERSELOS LAVADOS.
   PERO LO ÚNICO QUE LE HICIERON PROMETER LOS CHICOS FUE QUE VOLVERÍA EN OTRA OCASIÓN PARA DIVERTIRLOS TANTO COMO ESA VEZ.
   POLIKARPIO TERMINÓ SU PRIMERA NOCHE TEMPRANO, EN SU CASA, Y CON LOS PIES HUNDIDOS EN UNA PALANGANA.
   -Y YO QUE PENSABA ASUSTAR A ALGUIEN- REPETÍA POLIKARPIO, SI NINGUNA RISITA PASÁNDOLE POMADA A SUS ZAPATOS NUEVOS.